5 de noviembre de 2011

Cumplir un sueño...

Pocas personas pueden decir que hayan cumplido un sueño, pero es la sensación más grande y más fuerte que se puede sentir (valga la redundancia). Con muchas ganas y un poco de convencimiento, se logra facilmente, y es tan profundo y tan vivo lo que sientes, que es imposible explicarlo con simples palabras. Un día cualquiera te dices: ''Alguna vez conseguiré hacerlo''. Y a partir de entonces, haciendo todo lo posible, comienza la cuenta atrás.
Pero una vez que se cumple, sólo tienes ganas de gritar hasta quedarte sin voz, saltar y tocar las nubes. Es felicidad en su estado más puro, absoluta felicidad. Desde ese momento mirarás las cosas desde otro punto de vista, sin siquiera darte cuenta, todo tendrá un color distinto, todo en tu vida es perfecto, nada puede cambiar... te hace recobrar la esperanza perdida, o acumular más aún, te hace tener ganas de todo, verte posible de hacer cualquier cosa que te propongas. Porque en realidad, nada es imposible, todos somos capaces de lograr lo que queramos, no importa si tarda una hora en llegar, o un año, o una década. Simplemente hay que levantarse cada día con la convicción de que ese día lo vas a conseguir, sin darte por vencido ni un sólo segundo, o estarás perdido. 
Un sueño cumplido te dará la oportunidad de imaginar nuevas cosas que están escritas en tu historia, esas cosas que te harán volar, sabiendo que puede que nunca más vuelvan a ocurrir, pero que ahí están, en tu memoria, esperando para que las recuerdes, y te lleven hasta aquel momento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario